martes, 27 de octubre de 2009

Gobierno X, país X, gente X... una vez más




Pero es que cómo nos gusta. Cómo nos mola ser el centro de atención, de una manera u de otra. A España, me refiero. Perdón, Ejpaña. No ganaremos en cuanto a educación, madurez social o algunas otras cosas, pero en estupidez y podredumbre moral, no nos gana nadie.

Me explico. El día 23 de octubre era el señalado para el estreno de "Saw VI", sexta entrega de la saga "Saw", cuyas películas, con mayores o menores variaciones, tienen el mismo argumento: unas personas que no se conocen de nada despiertan encerradas en una habitación, con extraños aparatos y artilugios adosados a sus cuerpos, descubriendo que un psicópata les ha encerrado para que, utilizando la inteligencia y la perspicacia, puedan librarse de esos artilugios mortales, antes de que les mutilen alguna extremidad o les partan el cráneo. Todo muy lírico y bonito, como podéis ver. Sólo he visto la primera, y la verdad es que salvo la intriga por ver cómo salían del atolladero los pobres secuestrados, la película me pareció efectista, rutinaria y ruidosa. Correcta y cansina, vamos. De las otras cuatro no sé nada, porque no me apetece verlas y me parecen solamente huevos de oro de esta gallina (una más entre todas las gallinas de huevos de oro que forman las sagas de películas del Hollywood de hoy en día).


Pues ahora venía la sexta, como decía. Y, de forma sorpresiva y sin vacilación, el Ministerio de Cultura ejpañol, ha prohibido su distribución en los cines, dando al filme la categoría X, que limita su visionado al circuito de cines porno que hay en Ejpaña. Sí, habéis oído bien, cines porno. O sea, que si queréis ver "Saw VI", buscadla justo entre las películas "Bailando con lobas" y "Rabocop". La gracia estriba en que en EE.UU., ese país del que a veces tanto nos reímos de sus chaladuras y sus chuminadas (con razón, casi siempre), la película se distribuye por Buena Vista Entertainment con calificación de "menores acompañados". Pero nuestro Gobierno, paladín y garante de la modernidad, la cultura y las artes, con la Ministra de Cultura doña Ángeles González-Sinde, se ha horrorizado con el baño de sangre que es esta película, y ha dado órdenes firmes de que los tiernos jóvenes y jóvenas (gracias, Bibiana Aído) no acaben perjudicados por esta apología de la violencia. Es curioso que a pesar de esto, si me saliera de los huevos, mañana mismo podría ir a comprarme Saw, Saw II, Saw III, Saw IV y Saw V en Edición Coleccionista Super Deluxe, que me entrara un delirio psicótico, y agarrara un Kalashnikov y un bate de béisbol, y fuese a hacer una visita a las sedes del PSOE y del PP. A hacer algunas preguntas, principalmente.


En realidad, esto no es sino un ladrillo más, un clavo más en el ataúd de la vergüenza que se está convirtiendo todo en este país, donde una Ministra de Cultura que prefiere que nos quedemos en casita viendo las maravillosas series españolas que reflejan fielmente y con veracidad la sociedad juvenil actual (títulos como "Física o Química", "90-60-90" o "Doctor Mateo", dentro de unos años, serán clásicos indiscutibles), además de esos programas mal llamados "del corazón", que no son sino espejos donde la cultura, nuestra cultura, y nosotros mismos, podemos mirarnos sin complejos y reconocernos. Llegado el caso, la Ministra también nos dice que vayamos al cine, pero eso sí, para que escojamos entre la gran variedad y surtido de estupendas películas españolas, como la última de Almodóvar, o la penúltima comedia divertida española, que las hacemos como churros y nos quedan niqueladas. O cualquier drama de corte social, con jóvenes y adolescentes confundíos en la noche, como por ejemplo esa obra maestra titulada "Mentiras y gordas", cuyo guión firma la propia Ministra, y que aparte de unos cuantos salidorros que únicamente disfrutaron con las tetas de Ana de Armas, todos supieron apreciar el maravilloso guión, digno del próximo Goya (q.e.p.d).


En fin, no se me ocurre otra manera de tomarme estas noticias, salvo con ironía y con una risa ácida que le viene de perlas. Que el último informe PISA nos avisara de que nuestra educación es de las peores de Europa, en varias materias, y que la Ministra Sinde (a la que tuve que aguantar en un coloquio de mi universidad, cuando aún no era Excelsa Ministra y ostentaba el pomposo y agradecido cargo de Presidenta de la Academia de las Artes Cinematográficas) se preocupe de que no me convierta en un psicópata viendo casquería y tripas desparramadas pues me deja bastante frío, la verdad. Circunspecto, diría yo. Porque hay momentos en que, sin ver "Saw VI", ni "Saw V", ni siquiera "Saw IV", me entran temblores irracionales de ira y rabia, y me dan muchas ganas, pero muchas ganas, de darme un garbeo por las lustrosas sedes de nuestros grandes partidos políticos. A pedir unas cuantas explicaciones, con la consolable compañía de una escopeta recortada, a poder ser. Y fijaos, todo ello sin ver ninguna horrorosa película de la que nuestro Ministerio de In-Cultura nos quiere preservar como bebés en la cuna. Solo con ver, escuchar, pensar (todo ello con independencia y lucidez) y echar un vistazo a los periódicos de cada día. ¿A qué esperará nuestra Ministra Sinde en cerrar EL PAÍS o EL MUNDO?.




2 comentarios:

Hokutaru dijo...

es un asco, la verdad... no puedo decir otra cosa como fan de Saw. Cuando tengamos un rato podemos ir a verla, y de paso ojeamos Rabocop y Glandiator. Siempre dicho que España es un país de paletos xD

Odysseus dijo...

Pues si pues si, la verdad que es un poco sorprendente que a estas alturas me vengan con que esta película ha de ser restringida a dichos cines. La verdad que mira que han estrenado películas de esta índole en los ultimos años, vease Hostel 1 y 2 o las Colinas tienen ojos, y tienen su buena dosis de casqueria y tal y no ha pasado absolutamente nada, se han estrenado como cualquier otra. Sinceramente es que no lo entiendo pero bueno, vivimos en un país de Hispanopithecos y es lo que hay.

PD: Buena remodelación del blog Feisal ;)